Historial de la conducta: Se trata de un
alumno con 7 años que llora y chilla cuando tienen que volver a clase después del
patio.
Este alumno siempre ha tenido problemas con el
cambio de rutinas como por ejemplo: a la hora de ir al comedor, cambio de
profesora (ingles), a la hora de entrar en clase, a la hora de salir del
colegio para irse a casa.
Antecedentes: es un niño que tiene
buena salud, duerme sus horas correspondientes, se alimenta adecuadamente. Pero
a la hora de haber un cambio de actividad le cuesta aceptarla y empezar a
realizarla, cuando ya ha empezado, la realizada adecuadamente y la termina satisfactoriamente.
Topografía: nuestro alumno
se pone a llorar y a chillar, cuanto más intentas explicarle más chilla y más
llora.
Función: vamos a
observar cuándo y por qué se producen dichas reacciones, lo que estaba haciendo
(pintando, jugando, pensando…), como se encontraba (cansado, contento, triste…)…
Consecuencia: analizaremos como se comporta cuando ha acabado de realizar la acción que
le ha ocasionado ese llanto y frustración.
Vamos a comenzar con el Plan de Acción, para
reconducir dicha conducta para que sea positiva.
Para comenzar, haremos un horario visual con todo lo que vamos a realizar
ese día. Con las asignaturas, rutinas, que se realizaran en ese día.
Cuando llegue a clase, lo primero que haremos, será explicarle lo que se
tiene previsto que se haga. Para que tenga una antelación de lo que se va a
hacer y no tenga ningún imprevisto. Sintiéndose más seguro.
Al finalizar una acción que se ha previsto, se le preguntara como se ha
sentido mientras lo ha realizado, si bien o mal, coloreándose ese estado de ánimo.
Si en algún momento empieza una rabieta, le vamos a dejar que se le pase
solo, continuando con la actividad que se estaba realizando, pero sin quitarle
la vista para que no pase nada malo.
Nos hemos dado cuenta que si se le dice algo, un compañero o algún adulto
aumentan, las rabietas, considerablemente y cuesta más tiempo reconducirle.
Los cambios que se vayan a realizar, se le avisaran con antelación, para
que no sean un imprevisto para nuestro alumno. Cambiándolo en el horario para
que lo tenga visual.
Antes del cambio de actividad se le avisará para que este tranquilo.
Cuando acabe la actividad le preguntaremos como la ha realizado y como se
ha sentido. Si ha sido todo satisfactorio le reforzaremos para la siguiente
actividad motivándole. Al finalizar la jornada escolar, si todo ha sido
satisfactorio le daremos un premio (una pegatina o un sello).
Si ha habido algo que se ha sentido mal le haremos dibujar que ha pasado
antes, durante y que consecuencias ha tenido para que lo visualice y sea lo más
consciente posible.
Intentaremos que poco a poco vaya aceptando los cambios de rutina en el
colegio. Como también, sabemos que en casa ocurre lo mismo, en colaboración con
la familia les realizaremos una agenda para que puedan trabajar los cambios de
actividades en casa. Cuando en el colegio estén los cambios bien aceptados y el
horario visual integrado se comenzara en casa y trabajaremos conjuntamente.
HORARIO VISUAL.
horario visual
Es importante recalcar la colaboración de la familia y resto de compañeros.